Asegurar entornos libres de violencia es esencial para que las ciudades se desarrollen y prosperen. Con el aumento acelerado de la población, las ciudades necesitan tecnologías más avanzadas para proteger a las personas y sus bienes. En años anteriores, la seguridad pública dependía completamente de recursos humanos para garantizar la seguridad: policías y guardias de seguridad privados. Con la aparición de las tecnologías de video, las ciudades dieron la bienvenida a una forma mucho más eficiente de vigilar las cosas. Ahora, un sistema de seguridad de videovigilancia hace que la primera respuesta y la investigación de delitos sean mucho más fáciles y rápidas.
Este es, por supuesto, solo el primer paso hacia una gestión urbana más eficiente e inteligente. Más que solo aplicaciones inteligentes, eventualmente los conocimientos obtenidos de este proceso podrían generar nuevas aplicaciones sorprendentes, lo que permitiría que cualquier ciudad segura mejore constantemente.